los argentinos compran en sitios chinos cada vez mas
Aún con la recarga del 20% de la AFIP, cada vez son más los argentinos que encuentran precios bajos y se animan a comprar en estos sitios. El envío gratis es la clave. La demanda obligó a cambiar el sistema de entregas
Carteras de imitación por 5 dólares, almohadones de 15, cargadores de iPhone a 30 centavos de dólar, zapatillas a 20 y hasta fundas para celulares por 7, son algunas de las jugosas ofertas que se pueden encontrar en este tipo de webs. Con precios tan bajos, debido a la barata mano de obra del gigante asiático, aún con el recargo sigue siendo conveniente la transacción.
Sumado a la creciente confianza del consumidor online argentino que cada vez se anima más a comprar en el exterior vía web, colapsó el número de pedidos.
"El paquete no se envía más a los domicilios. Ahora se manda una notificación para retirar el paquete en una sede del correo acorde al domicilio de envío. La decisión se determinó por la gran cantidad de paquetes que están entrando al país", señaló un empleado del Correo que prefirió no revelar su identidad.
Según Google Trends, una herramienta del buscador para detectar los términos de búsqueda más populares, la web Aliexpress.com, una de las favoritas de los argentinos, denota un sostenido crecimiento a lo largo del tiempo pero es en las últimas semanas que alcanzó su máximo pico en el país. De hecho, Argentina figura como el segundo país en el mundo que más accedió a este sitio en un año, después de Israel.
En esa misma línea, las personas que hicieron la búsqueda de esta web, también buscaron el término "Correo Argentino" para seguir el paquete, informarse de las condiciones para recibir el envío del exterior o dónde retirarlo.
Hay varias condiciones a tener en cuenta a la hora de realizar un pedido. El paquete no puede superar los 20 kilos y tampoco el monto de los 25 dólares según las restricciones de envíos postales de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Si el monto es mayor, se deberá abonar un excedente en la Aduana.
Pero hay otro dato aún más importante a prestar atención: el costo del envío. Por eso, los preferidos de los argentinos son aquellos que tienen la leyenda "free Shipping", lo que significa que el envío es gratuito.
Hasta julio el servicio de envío en estos sitios funcionaba bien. Había que esperar hasta dos meses para recibir el paquete y en general, no había fallas. Pero en las últimas semanas, la suba colapsó el servicio.
"El incremento de paquetes provenientes de China es notable desde hace 90 y 120 días. Lo hemos notado en el cúmulo de correspondencia que se presenta en la oficina de Aduana. Y son productos que efectivamente se compran online directamente a China", señaló Carlos Migoni, integrante del secretariado nacional de la Federación de Obreros y Empleados de Correos y Telecomunicaciones.
Y agregó: "Compran de lo más variado. Pero hay mucha vestimenta de todo tipo y no tanto como uno se imagina en lo que corresponde a la electrónica. Los envíos son a todo el país, no están concentrados solo en Capital. Van para todos lados. La gente se vuelca a estos sitios por lo económico que le resulta".
Este fenómeno se ve impulsado también por la confianza que cada vez se afianza más en el consumo online del consumidor argentino. Según cifras de CACE, el crecimiento del número total de usuarios de internet en el país pasó de 3,7 millones de usuarios en 2001 a 31,1 millones a fin de 2012 mientras que el aumento sostenido de la proporción de usuarios que realizan compras en línea pasó de un 10,0 % aproximado en 2001 al 32,4 % en 2012. Es decir que en 2012 los compradores en línea llegaron a ser 10 millones de personas.
"Los rubros más importantes de consumo por estadía son ropa, calzado y electrónica. Específicamente, en ropa y calzado hay una inflación que encarece la venta interna de este tipo de productos. Por eso, de China la gente está trayendo ropa y calzado por un precio más económico que en el mercado interno y aún pagando el recargo. Sigue siendo más competitivo", resaltó Damián Di Pace.
Y expresó: "Tiene que ver con la cultura del consumo. China produce distintas categorías de producto, la categoría que llega acá es la de segunda línea. Se piden muchas marcas 'truchas', eso habla también de un consumidor que está latente a la falsificación de marca con tal de exponer su status simbólico".
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