La mayor o menor dificultad de aprender un idioma es muy subjetiva. El reto puede ser muy variado dependiendo de cada persona, de su procedencia, del tiempo y esfuerzo dedicado a su aprendizaje, de la relación de su lengua materna y el idioma por aprender, etc.
Esta clasificación por tanto es solamente una aproximación a varios de los idiomas que podrían ser considerados más difíciles de aprender y es totalmente permeable a cualquier otra consideración y opinión. A continuación os mostramos cuáles son los elegidos y por qué.
1. Chino Mandarín: El idioma que habla un mayor número de personas en todo el mundo debido a la numerosa población china, también es reconocido como uno de los más difíciles de aprender. Se habla en todo el norte y el suroeste de China, y lo que resulta más desalentador a la hora de aprenderlo son las innumerables diferencias regionales existentes. De hecho, incluso a aquellos que lo tienen como lengua materna les resulta complicado comunicarse con compañeros procedentes de otras áreas. La única manera de lograr fluidez se produciría a través de una inmersión total en China o Taiwán. De lo contrario, cualquier alumno tendría que afrontar una gran exposición diaria para asimilar sus más de 2.500 caracteres.
2. Chino cantonés: Aunque no es tan generalizado como el mandarín, el cantonés sigue disfrutando de una buena cantidad de hablantes en China continental, Hong Kong, Macao y alrededores. Las diversas pronunciaciones y tonos de sus hablantes nativos hacen que comunicarse entre sí no sea tan eficaz como podría pensarse. Incluso dentro del cantonés abundan las diferencias dialécticas, ampliando la brecha entre los estudios formales y la aplicación al mundo real. El inmenso vocabulario cotidiano también intimida en gran medida a cualquiera que intente aprenderlo como segunda lengua. Pero no hay que desesperar, ¡merece la pena intentarlo!
3. Ruso: La fama del ruso como una lengua notablemente difícil deriva de su gramática irregular y sus acentos. Por supuesto que existen normas, pero en la práctica son frecuentemente ignoradas. Y teniendo en cuenta el tamaño del país, probablemente no es ninguna sorpresa para nadie que las variaciones que existen sean suficientes para confundir a los hablantes no nativos una vez que intentan comunicarse fuera del aula. Cualquiera que no esté familiarizado con el alfabeto cirílico tendrá que dominar sus señales y sonidos desconocidos antes de profundizar en el vocabulario.
4. Japonés: Con tres sistemas de escritura por estudiar, las personas que tengan la esperanza de aprender japonés sin duda tienen un gran reto por delante. Kanji, derivado de dialectos chinos, es el más accesible a las personas procedentes del contexto lingüístico chino-tibetano. Antes de llegar a la escuela secundaria, los hablantes nativos japoneses conocen más o menos 2000 caracteres. Más allá de eso, todavía habrá que dominar los alfabetos fonéticos hiragana y katakana, cada uno con cerca de 50 sonidos únicos. La gramática y la estructura de las oraciones no son muy difíciles de dominar debido a las raras excepciones en las reglas de conjugación. Sin embargo, la lengua implica un numeroso vocabulario y una rígida estructura jerárquica muy ligada a la sociedad y la cultura japonesa, que sin duda puede intimidar a los recién llegados.
5. Inglés: Es una lengua derivada de la rama germánica de las lenguas indoeuropeas y que se difundió en las Islas Británicas y en muchas de sus antiguas colonias a través de innumerables dialectos regionales. Los hablantes no nativos luchan continuamente con su extenso vocabulario, sus verbos irregulares y su pronunciación, ya que sus palabras no suenan del mismo modo en que aparecen sobre el papel. Las letras por sí mismas o los grupos de sílabas pueden presentar múltiples pronunciaciones, que pueden confundir a cualquiera que aprenda inglés por primera vez. Y también cuenta con más interdentales que cualquier otro idioma, incluido el alemán.
6. Euskera: Muchos historiadores y profesionales de la lingüística consideran que el vasco es la lengua superviviente más antigua del continente europeo. Sin embargo, a pesar de este linaje, ha evolucionado de forma aislada y no comparte ninguna conexión con otras lenguas de la familia indoeuropea. La complejidad del vasco reside en su estructura y en que, debido a los cambios de su vocabulario básico con una serie masiva de prefijos, sufijos e infijos, cada uno con su significado propio y único, hay que tener una gran capacidad de memorización para lograr fluidez.
7. Coreano: Los hablantes nativos japoneses y sino-tibetanos tendrán más fácil el aprendizaje del coreano. Sus caracteres (Hanjas) son en su mayoría procedentes de los dialectos chinos, pero los estudiantes aún deben dominar Hangul, un alfabeto fonético y dos conjuntos de números. Para poder desenvolverse hay que memorizar 1000 Hanjas. Además, el vocabulario del coreano consiste en un sistema complejo y extenso que, además de adoptar caracteres chinos, ha evolucionado ampliamente de forma aislada. Los que traten de aprender el idioma también deben prestar mucha atención a ciertos patrones de expresión para denotar estados.
8. Húngaro: Lo que hace del húngaro uno de los idiomas más difíciles de aprender para la mayoría de los hablantes es su falta de exposición. Fuera de Hungría es bastante raro encontrarlo. Una vez que los alumnos superan ese obstáculo, también tienen que lidiar contra al menos dos conjugaciones de cada verbo, la estructura de las oraciones y todas las excepciones diferentes que se pueden hacer a cada estructura de la oración.
9. Árabe: El alfabeto árabe contiene 28 letras, que en sí mismo no es muy intimidante, sin embargo, casi todas las letras tienen hasta 4 formas diferentes, cada una de las cuales puede alterar su pronunciación y debe ser memorizada. La lectura y la pronunciación también resultar muy difíciles para los que no están familiarizados. Además, teniendo en cuenta el estado general del árabe, pasar de su estudio en el aula a su aplicación al mundo real, significa navegar con una especialmente compleja (y probablemente desconocida) serie de diferencias regionales y dialécticas.
10. Centinelés: Los nativos de Isla Sentinel del Norte, una pequeña isla perteneciente al archipiélago de las Islas Andamán en el Océano Índico y administrada por la India, tienen una lengua casi desconocida para los expertos en lingüística. Su dificultad estriba en que la pervivencia de este idioma se ha basado en el aislamiento de las poblaciones que lo hablan y a su hostilidad contra los foráneos. Apenas la hablan las 50 personas que quedan en la isla, no existen listas de vocabulario y dado el desconocimiento e inaccesibilidad a este pueblo, no hay estudios serios sobre su lengua.
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